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Octubre 30, 2023. Por Alejandra López y Alejandra Atzín

Ciudades sustentables, Ordenamiento Territorial y Movilidad

Este contenido forma parte del curso Propuestas para enfrentar la crisis climática desde los Congresos locales

Se estima que para 2050 el 66% de la población mundial habite en ciudades, afectando la calidad de vida de sus habitantes y ejerciendo mayor presión en los ecosistemas que las rodean. Esta guía pretende visibilizar los mayores retos asociados al crecimiento de las ciudades así como las alternativas de planeación relacionadas con mejorar la movilidad, el ordenamiento territorial y la calidad del aire, entre otros.

Ciudades Sustentables

Actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades y en México 79%. Al igual que en el resto del mundo, se proyecta que esta población seguirá creciendo. Es por esto que se requiere la construcción de estrategias encaminadas a la sostenibilidad urbana, contemplar el bienestar social, el cuidado ambiental y el desarrollo económico.

  • Ordenamiento territorial

El ordenamiento es una herramienta de la planificación territorial, que tiene el mismo estatus de una ley y comprende varios años hacia el futuro (hasta que se derogue o se sustituya por otra). Puede entenderse así como una política de Estado y un instrumento de planificación del desarrollo.  Funge como eje rector de actividades estratégicas asociadas al territorio, así como de la regionalización. Como candidata al congreso local es fundamental que conozcas esta herramienta ya que la legislación estatal establece la normativa para el proceso de ordenamiento territorial al igual que su marco institucional; y define las características de los Planes de Ordenamiento Territorial a nivel nacional, estatal y municipal, los procedimientos para su aprobación y las competencias de las instancias relacionadas con el tema.  

La zonificación permite orientar el ordenamiento, mejorar su administración y establecer reglamentos de usos permitidos y no permitidos. Los tipos de zonificación predominantes en las ciudades son los siguientes:  

Zonificación primarias: 

  1. Protección de ecosistemas  y suelo de conservación, que no se puede construir ni explotar bajo ningún uso.
  2. Protección y manejo de zonas de riesgo, por ejemplo, límites de barrancas o cauces de ríos y lagunas, que pueden inundarse; fallas o fracturas que pongan lugares en riesgo de sismo; zonas de antiguas minas. Para ello, es frecuente tener un Atlas de riesgo, que el ordenamiento territorial debe seguir.
  3. Zonas urbanas y límites de la ciudad, hasta donde debe llegar la construcción y la mancha urbana. 
  4. Zonas agrícolas, donde se permite como única actividad la agricultura y ganadería, pero no la construcción.
  5. Zonas costeras, también puede haber una división respectiva de protección y construcción.

Zonificación secundaria, es decir, en las zonas urbanas y dentro de los límites de la ciudad, se puede dividir en los siguientes cuatro usos de suelo. 

También es frecuente que existan zonas de riesgos o reservas naturales dentro de las ciudades, por ello es que se llama “ordenamiento territorial” y no sólo desarrollo urbano.

Recomendaciones para legislar en materia de ordenamiento territorial.    

Es importante que los planes de ordenamiento territorial apunten al equilibrio entre garantizar derechos sociales y cuidar la calidad de vida de las y los habitantes, sin superar la capacidad de carga de los ecosistemas. Por ejemplo, contener la expansión de manchas urbanas respetando los ecosistemas de los que dependen las ciudades para contar con agua, calidad del aire y seguridad alimentaria.

  • Movilidad sostenible

Hay una relación entre el ordenamiento territorial, la movilidad, las emisiones de gases de efecto invernadero y la calidad del aire en las ciudades. El último Inventario Nacional de Emisiones (herramienta mediante la cual se reportan las emisiones contaminantes generadas por las actividades humanas) estableció que el transporte aporta el 24.5% de las emisiones del país. Justamente, si hay un buen ordenamiento y se logra una ciudad más compacta y densamente poblada, las personas tienen que moverse menos y usar movilidad no motorizada y no contaminante (bicicleta, caminar) para llegar a sus lugares de estudio, trabajo o recreación, etc. Con estos modos de transporte también se evitan los accidentes y las muertes viales, es decir, la seguridad vial.

Se considera transporte sostenible a aquellos servicios e infraestructura apta para la movilidad de personas y bienes de manera segura, económica, accesible, eficiente y resistente, al tiempo que reduce la contaminación. Moverse en automóvil particular es más contaminante, en conjunto, que moverse en transporte público. De ahí, que se ha construido la pirámide de movilidad, en términos de a qué movilidad debería de darse más prioridad.

 

Fig 1. Pirámide de movilidad
Fuente. TransporteMx

Recomendaciones para legislar en materia de movilidad sostenible y espacios públicos

  1. Es necesario legislar para impulsar leyes de movilidad sostenible y seguridad vial, en congruencia con la Ley General de Movilidad que incluye principios como la pirámide de movilidad.
  2. Se necesita asignar presupuesto suficiente para un transporte público integrado, inter-modal (caminar o andar en bici una parte del trayecto, luego cambiar a autobús o metro) y de calidad, así como fortalecer infraestructura para diferentes medios como caminar (o usar carreolas y sillas de ruedas) sin obstáculos, bicicletas, autobuses electrificados por mencionar, algunos ejemplos.
  3. Para lograr mayor igualdad y cohesión social, es fundamental legislar a favor del espacio público de calidad, donde se pueda interactuar y lograr una vida armoniosa entre los distintos usuarios del espacio público: familias,  comerciantes, jóvenes con su libertad de expresión, adultos mayores, corredores y personas que se ejercitan, paseantes de mascotas, etc..
  4. Los espacios públicos son de mayor calidad cuando incorporan y permiten la interacción con la naturaleza y de ahí que se llamen espacios verdes: jardines, árboles, plantas, cuerpos de agua, con paisajes y vegetación nativa, etc.
  • Calidad del aire 

En México mueren más de 32 mil personas cada año por causas asociadas con la mala calidad del aire. Este problema afecta mucho más a personas en situación de vulnerabilidad como adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con enfermedades respiratorias, así como niños y niñas. 

En nuestro país las ciudades medias y grandes metrópolis son las que sufren peor calidad de aire

Fig 2. Mapa de calidad de aire México.Fuente: IQAir

Recomendaciones de acciones para mejorar la calidad del aire:

Garantizar calidad de aire es una tarea ardua que requiere el fortalecimiento y capacidades institucionales. Desde la legislación local se puede impulsar los estándares aceptables de calidad del aire y el monitoreo atmosférico así como la inversión en los sistemas de monitoreo y su modernización; ya que hay ciudades que no cuentan con esta tecnología. Otro tema clave es impulsar la verificación vehicular y de la industria por ley, así como robustecer los Programas de Contingencias Ambientales Atmosféricas. 

Cuando se trata de ciudades que abarcan distintos municipios o estados, se recomienda  trabajar en coordinación metropolitana para atender este reto así como invertir y vigilar el cumplimiento de la normatividad sobre todo de grandes emisores de contaminantes, como la industria petrolera y cementeras.  

  • Fortalecimiento de Ciudades Sustentables

Una ciudad sustentable es aquella que ofrece calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los ecosistemas de los que depende, ya que vela también por el bienestar de la humanidad futura y procura la justicia social. Para ello, se deben impulsar servicios públicos de calidad, accesibles y asequibles como se ha descrito antes en los temas de ordenamiento territorial, espacios públicos y verdes, movilidad sostenible e incluyente, y calidad del aire.

Alejandra López y Alejandra Atzín

Alejandra López Rodríguez es experta en gestión y política pública, con enfoque en medio ambiente e igualdad de género. Es egresada de El Colegio de México (COLMEX) y Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Chicago. Actualmente es Directora del Programa de Agua en The Nature Conservancy (TNC) México. Fue Directora de Planeación y Coordinación de Políticas en la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX, liderando el Programa Cosecha de Lluvia. Fundadora Aúna. Alejandra Atzín Ramírez Hernández es experta en sustentabilidad y gestión ambiental. Estudió Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cursa el Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente en El Colegio de México (COLMEX). Es Coordinadora del Pacto Socioambiental en impulsado desde la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado como Directora de Sustentabilidad de la Alcaldía Azcapotzalco de la CDMX.