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Marzo 10, 2022. Por Monica Tapia y Tania Sánchez

Diseña tu agenda programática ¡con participación!

Este contenido forma parte del curso Construye tu agenda programática

Imagínate sentada junto a una plataforma o red de mujeres para construir una agenda compartida, fruto de un trabajo colectivo ❤️.  ¿Te motiva, como a nosotras? 

Aquí te proponemos los pasos a seguir para construir una agenda colectiva, con un proceso de diálogo que se diseña y se comunica junto con una red de alianzas y expertas. 

¡Vamos!

Cuando se trata de la construcción de una agenda colectiva para una plataforma de mujeres, como en el caso de Aúna, es importante conducir un proceso de diálogo entre las integrantes que permita identificar las coincidencias y sumar a más personas. 

¡Pero no sólo eso! Este proceso es un buen espacio de formación para la propia candidata y su equipo, ya que:

  • El discutir los problemas públicos, los enfoques y conceptos en torno a ellos contribuye a que entiendas mejor estos temas.
  • Al integrar especialistas y activistas en los diálogos se genera un proceso de creación y ampliación de redes de aliadas.

Paso a paso de tu proceso participativo

1. Define los ejes esenciales de tu agenda programática

Recuerda que la agenda de propuestas se inscribe en los principios y valores de tu candidatura; se trata de traducir estos principios y valores -el mundo que queremos construir- en propuestas más concretas, que sintetizan los cambios que queremos lograr, es decir, las políticas públicas y leyes que impulsaremos y apoyaremos si resultamos electas. 

Para una campaña es primordial priorizar y seleccionar los temas ejes, de manera que sean comunicables de forma congruente y que se conviertan en un diferenciador de otras alternativas políticas y campañas. Estos temas deberán ser los más cercanos al corazón de tus principios, pero también es importante que se desarrollen sobre la base de una lectura acertada del contexto y de la situación actual de ese tema. 

Sugerencia: Define entre 3 y 5 ejes esenciales, como máximo. Estos guiarán tu agenda programática y el proceso de diálogo para su construcción.

2. Prepara insumos y un mapeo de actores inicial

Antes de comenzar, busca documentos que te ayuden a entender más sobre los temas que van a trabajar. Así podrás contar con un diagnóstico y considerar las propuestas que ya están en el dominio público. 

Pero, ¿qué tipo de documentos? Pueden ser desde documentos internacionales oficiales (por ejemplo, producidos por la ONU o CEPAL), hasta artículos de opinión o reportajes en los medios. Pueden también ser documentos de políticas públicas producidos por universidades, agencias de gobierno o think-tanks (locales o nacionales); o propuestas de organizaciones ciudadanas para resolver problemas que se enmarcan en los ejes que definiste. 

Sugerencia: genera, junto a tu equipo, una biblioteca a partir de esta revisión de la literatura. De ser posible, invita a algunos voluntarios a sintetizar documentos y ordenar datos clave para fácil consumo de la candidata y su equipo de campaña (comunicación, discursos, programa).

Ahora, utiliza el mapeo de actores: una herramienta que te permite identificar, clasificar y caracterizar a las principales instituciones, grupos y personas que están de alguna forma vinculadas, en este caso, a tu agenda. Además, permite analizar sus intereses, su importancia e influencia sobre los resultados en una determinada agenda o iniciativa. 

En este momento, construir un registro de contactos de campaña -que más adelante podrías usar para hacer un mapeo de actores- te puede ayudar a construir un primer directorio de expertos, organizaciones, funcionarios o legisladores que conocen los problemas y tienen propuestas. 

Te recomendamos comenzar con una lista de nombres y seguir los principios del mapeo de red:

Modelo de Mapeo de Red

Activa tu red de contactos usando este modelo para poner los nombres de todas las personas que están en la red de la candidata.


Recuerda que estos son actores de conocimiento y propuestas: etiquétalos así y no les pidas otras tareas que no se relacionan (volanteo, redes sociales).

En esta Guía rápida para identificar aliados y hacer coaliciones para incidir en políticas públicas puedes encontrar algunas sugerencias de cómo hacer un mapa de actores.

3. Define la forma del diálogo, así como el momento más adecuado para hacerlo

Hay varias definiciones que debes tomar para darle forma y contenido al diálogo. Acá enlistamos algunos aspectos centrales:

  • Define el número y perfil de participantes; la duración de las sesiones y del proceso; y los productos que se desprenderán de él.
  • Considera si es la primera vez que se lleva a cabo este ejercicio o bien si se trata de revisar y actualizar una agenda o propuestas que se han hecho anteriormente; si es un proceso educativo para la candidata, su equipo o ciudadanía que vive en el territorio donde se hace la campaña; si será fácil o difícil construir los consensos para construir propuestas nuevas. 
  • Revisa la disponibilidad de tiempo con que cuentan las participantes del proceso. 
  • Te recomendamos siempre considerar un momento para poner sobre la mesa un conocimiento base (insumos para diagnóstico y propuestas) que compartan todas las participantes. Aquí deberás definir si se llevarán a cabo propuestas con alcance nacional, estatal y/o municipal, en función de los puestos para los cuales estés contendiendo.

¡Importante!

Cuando sea posible, resulta ideal llevar a cabo este proceso previo al inicio de la campaña, de manera que se pueda finalizar un mes antes del arranque de esta, por dos razones:

  • En primer lugar, permite tener estas conversaciones y reflexiones en un momento con más tranquilidad, en el que aún no se está en la vorágine de la campaña.
  • En segundo lugar, tendremos los insumos para mensajes claves de la campaña con tiempo para que, en lo individual, las trabajes y las hagas tuyas.

4. Define los objetivos y formatos del proceso de diálogo

Sugerimos elaborar un documento como guía a todas las personas involucradas, que defina lo siguiente:

  • Objetivos generales y específicos del diálogo: incluyen generar una conversación, contactos entre candidatas, especialistas y activistas; actualizar o capacitar a las candidatas en los temas y avanzar en la construcción de una narrativa colectiva e individual.
  • Quiénes deben participar: decidir qué tan abiertas o cerradas queremos que sean las conversaciones, en función de los objetivos establecidos en el punto anterior, así como qué participantes es clave que participen.
  •  Duración del proceso: considerar el calendario de la candidata, la campaña y otros compromisos/demandas que deben atender y, de nuevo, los objetivos que se busca cumplir. La duración también va a depender del formato -virtual o presencial- que se defina. 
  • Formato básico de las sesiones: diseñar el formato de las sesiones a detalle, si son virtuales o presenciales; el número y la duración de las sesiones; número de participantes en cada sesión (sugerimos entre 10 a 40), para dar lugar a que se escuchen todas las voces; los  insumos que ayudarán a las participantes a prepararse, como algunos documentos base.
  • Metodología y equipo de facilitación: se recomienda una metodología centrada en el establecimiento de un piso mínimo de conocimiento para la discusión, logrado a través del envío de materiales previos y presentaciones de expertos; sesiones divididas en mesas o grupos de trabajo no mayores a diez personas, guiadas con preguntas por una moderadora y una relatora capacitadas, para fomentar la participación fluida; el registro de consensos y disensos; y la respuesta ante las ideas generadas. La moderación podrá facilitar la discusión, buscando replantear ideas o propuestas que no son facultad del tipo de cargo para el cual se compite.
  • Productos esperados: idealmente, de estas sesiones se producirán insumos para trabajar las propuestas concretas; además, es importante prever cómo se registrarán las reflexiones y conversaciones. 

5. Diseña la logística del proceso a detalle

Al tratarse de un proceso en el que se involucrarán varias personas, te recomendamos que desarrolles:

  1. Carta descriptiva con todos los requerimientos logísticos, incluyendo requerimientos técnicos; equipo de facilitación, previendo una facilitadora principal; sesiones con programa detallado, incluyendo las dinámicas de cada momento.
  2. Listas de invitadas: haz directorios y guardalos en tu CRM o base de datos, para mandar invitaciones y agradecimientos.
  3. Paquete de comunicación: correos para invitar y para confirmar participación; formatos para presentaciones y para desarrollo de las sesiones; relatorías.
  4. Definición de responsabilidades: una coordinación central; responsables técnicos de logística; equipo de facilitación y de sistematización.
  5. Recluta voluntarias y planea una capacitación para ellas, en los distintos roles y responsabilidades. Considerar retomar algunos aspectos de este curso

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6. Refina o traduce los resultados de los diálogos en las propuestas de tu agenda

Planea cómo y quién va a trabajar en traducir los resultados de los diálogos en propuestas, así como el formato deseado de las mismas. Algunos ejemplos son decálogos por tema de agenda, como los que elaboró Aúna. En todo caso, es importante definir el tipo de lenguaje a usar, evitando usar uno demasiado técnico.  

7. Nombra a una persona responsable de coordinar las propuestas de tu agenda

Es importante nombrar a una responsable del seguimiento de la agenda, que puede ayudar a investigar más, hacer vínculos con expertas, contar con los datos y los argumentos para los mensajes durante la campaña. Tras las elecciones, entre otras tareas, esta coordinadora se puede dedicar a desarrollar el trabajo intersectorial (entre diferentes sectores y autoridades) que se requiere para impulsar la agenda, convocar actores y facilitar acuerdos.

Monica Tapia y Tania Sánchez

Mónica Tapia Alvarez (@monicatapiaa) y Tania Sánchez Andrade son cofundadoras de Aúna. Mónica es especialista en política social y desarrollo; trabaja en promover ciudades sustentables y justas; y ha cofundado redes, coaliciones y organizaciones de sociedad civil. Tania ha trabajado como consultora, funcionaria pública y activista para promover la transparencia, la participación ciudadana y el diálogo entre gobierno y sociedad civil.