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Octubre 30, 2023. Por Alejandra López y Alejandra Atzín

Gestión integral del Agua

Este contenido forma parte del curso Propuestas para enfrentar la crisis climática desde los Congresos locales

Actualmente más de la mitad del territorio mexicano está en una situación de escasez grave a severa de agua. Las alertas por sequías son cada vez más comunes, tanto en ciudades como en los entornos rurales. Ya hay ejemplos de ciudades enfrentando graves problemas de falta de agua, como en la sequía del 2022 en Nuevo León. Esta guía busca explicar la crisis hídrica de nuestro país desde una visión de cuenca y los impactos diferenciados de la escasez de agua y propuestas para construir desde los congresos locales.

  1. Escasez hídrica en México

México es uno de los 25 países del mundo que enfrenta un nivel de estrés hídrico alto, 12 millones de personas carecen de acceso al agua potable, 102 de los 653 acuíferos de la nación se encuentran sobreexplotados, 46% del agua disponible se pierde por fugas en las redes de abastecimiento,  80% de los cuerpos de agua del país presenta algún tipo de contaminación por descargas industriales y  sólo 1 de cada 100 litros de agua que caen por concepto de lluvia es captado para su utilización en distintas actividades. 

Fuente: Elaborado por INEGI

  • Sequías 

La sequía es un fenómeno climático que se caracteriza por una disminución significativa de la cantidad de lluvia durante un período prolongado de tiempo, tiene distintos impactos económicos, sociales y ambientales.  Los habitantes del medio rural son los más vulnerables a las sequías, debido a que un alto porcentaje de la población rural carece de los servicios básicos de agua y saneamiento. 

Actualmente más del 50% del territorio nacional se encuentra expuesto a la sequía. Es fundamental promover la colaboración entre los diferentes actores involucrados en la administración de los recursos hídricos para prevenir y generar medidas de adaptación. Los efectos del cambio climático agravarán esta situación y sus impactos en las personas.

Fuente: Conagua, 2023.
  • Efectos diferenciados y perspectiva de género

Mujeres y hombres tenemos una relación diferenciada con el agua; le damos usos distintos, enfrentamos problemas específicos y tenemos accesos asimétricos al agua y a la toma de decisiones sobre su gestión. 

Comúnmente el trabajo de obtener agua recae en mujeres y niñas por medio de pipas o acarreo. Las labores de acarreo, llenado de tinacos, hervor, filtración y diversas gestiones con autoridades u otros proveedores de suministro; por lo regular les implica una ampliación de su jornada de trabajo, que sumado a sus actividades domésticas, puede ascender a hasta 30 horas a la semana. La falta de agua repercute directamente en temas de higiene y salud, un claro ejemplo es la salud menstrual; cuando no hay agua en escuelas niñas y jóvenes dejan de acudir a sus centros de estudio al no tener condiciones básicas. 

Reconocer y visibilizar los trabajos de cuidado asociados al cuidado del agua y el rol de las mujeres es necesario para diseñar alternativas y soluciones. 

 

Fuente: The New York Times
  • Visión de cuenca

El Manejo Integrado de Cuencas Hidrográficas, es un modelo de gestión del territorio que reconoce al agua como parte fundamental del soporte de ecosistemas. La cuenca, y los acuíferos, constituyen la unidad de gestión del recurso. La noción de cuenca ha sido alternativa a la división política real. Una cuenca delimita la zona geográfica dentro de la cual toda la lluvia que cae fluye hacia un mismo punto. Por ejemplo, la Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico comprende una extensión territorial, en la que se localizan los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas, y provee de agua a un gran número de ciudades medias y grandes. Por eso la gestión de una cuenca requiere de la coordinación y gestión de múltiples actores.

Ilustración de una cuenca Fuente: Creative Commons
  • Gestión integral del agua, retos y propuestas 

La gestión integral del agua es un reto complejo y es necesario generar estrategias que consideren una visión ecosistémica a nivel de cuenca. Aquí algunos ejemplos de cómo abordar la problemática desde los estados.

  • Restaurar y proteger los ecosistemas claves para el suministro de agua como los bosques; y otras áreas naturales protegidas, cuerpos de agua y áreas de valor ambiental fundamentales para la captación y regulación de flujo de agua; protegerlas nos protege. Por ejemplo, una gran parte del agua para Monterrey y su zona metropolitana proviene del Parque Nacional Cumbres de Monterrey. En la CDMX, los bosques al sur de la ciudad son de las zonas más importantes de recarga del acuífero, su principal fuente de agua. 
  • Crear legislación y medidas de verificación, vigilancia y revisión de las concesiones de agua, sobre todo las industriales y agrícolas, junto con los estándares y cumplimiento de los desechos y contaminación del agua. En particular, algunas industrias son muy extractivas de agua (como agua y refrescos embotellados y cervezas) y otras muy contaminantes.
  • Impulsar medidas de ahorro y eficiencia en el uso de agua en lo doméstico, industria, edificios públicos y agricultura mediante regulación y vigilancia, y con subsidios dirigidos a viviendas de escasos recursos y pequeñas y medianas empresas. En este sentido, se debe impulsar que los programas se centren en la captación de lluvia, dispositivos ahorradores, sistemas de riego eficiente. 
  • Asignar recursos suficientes y realizar inversiones en infraestructura gris y verde para el reuso y en tratamiento de agua: plantas, humedales, bifiltros, sistemas funcionales de uso de agua tratada. 
  • Impulsar políticas de ordenamiento territorial y planeación urbana que respeten las áreas naturales y zonas altas de la cuenca. 

Aunque la mayoría de estas medidas deben ser impulsadas por el Gobierno del estado (la Secretaría de Medio Ambiente y el organismo operador de aguas), tu tarea como legisladora local es entender bien la dinámica hídrica (de dónde proviene el agua: ríos, lagos, humedales, acuíferos, etc.) del territorio del estado y sus principales ciudades. Y desde el Congreso convocar a que se use la mejor información disponible, con científicos y especialistas, para tomar estas decisiones. También se debe tratar de impulsar y vigilar que la protección del ecosistema, a través del ordenamiento territorial y la protección de áreas naturales urbanas y rurales, que le da origen y renovación al agua, que tengan presupuesto y no sólo se busque crear más obras grises de infraestructura para resolver problemas y gestión del agua.

 

Alejandra López y Alejandra Atzín

Alejandra López Rodríguez es experta en gestión y política pública, con enfoque en medio ambiente e igualdad de género. Es egresada de El Colegio de México (COLMEX) y Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Chicago. Actualmente es Directora del Programa de Agua en The Nature Conservancy (TNC) México. Fue Directora de Planeación y Coordinación de Políticas en la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX, liderando el Programa Cosecha de Lluvia. Fundadora Aúna. Alejandra Atzín Ramírez Hernández es experta en sustentabilidad y gestión ambiental. Estudió Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cursa el Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente en El Colegio de México (COLMEX). Es Coordinadora del Pacto Socioambiental en impulsado desde la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado como Directora de Sustentabilidad de la Alcaldía Azcapotzalco de la CDMX.