Im.pulsa

Im.pulsa

Propuestas para enfrentar la crisis climática desde los Congresos locales

Crisis y emergencia climática

El Cambio Climático es uno de los mayores retos que enfrenta actualmente la humanidad y sus consecuencias apuntan a incrementar las desigualdades estructurales.  Este curso  tiene por objetivo orientarte a ti como candidata para generar acciones ante la emergencia climática que está afectando a comunidades en nuestro país.

Crisis y emergencia climática: lo que nos estamos jugando.

El cambio climático es un fenómeno global que origina desequilibrios ambientales, como sequías y huracanes cada vez más severos. Esto representa una amenaza a la vida en la tierra como actualmente la conocemos. Este fenómeno se ha intensificado en las últimas décadas a causa del calentamiento global y el incremento de gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.      

Se entiende como clima a la estadística de las condiciones meteorológicas de una región en cierto periodo de tiempo. El cambio climático ha propiciado un cambio abrupto en el clima durante los últimos años; y ha incrementado de manera notable la temperatura promedio. Se estima que, de seguir los patrones actuales, el aumento de la temperatura global alcance o supere los 1.5 °C entre 2021 y 2040, que puede parecer poco pero tendría consecuencias graves para toda la vida en el planeta. 

El Cambio Climático no es una amenaza futura, si no uno de los mayores retos del presente y con predicciones alarmantes para el futuro. Afecta a todos y todas pero no por igual; el cambio climático aumenta las brechas de desigualdad. Es por esto que se habla de una emergencia climática.

1. Emisiones históricas

El clima en nuestro planeta ha cambiado a lo largo de la historia, sin embargo actualmente, por primera vez el clima ha cambiado más rápido que nunca antes  debido a la presión antropogénica, es decir a la presión de la humanidad y su estilo de vida. Existe un consenso científico de que la actividad humana genera emisiones que han acelerado este fenómeno:      la mitad de las emisiones acumuladas en la atmósfera desde 1750 ocurrieron en los últimos 40 años.     

Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la principal fuente de emisiones de efecto invernadero es la quema de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón. Las actividades humanas asociadas a mayores emisiones son la generación de energía y el transporte, es por ello que se habla tanto de la necesidad de transitar a energías limpias y de movilidad sustentable. Otras actividades que generan grandes emisiones son la deforestación, ganadería y agricultura.

Cambio de temperatura global entre 1850-2022
Hawkins, E. Show Your Stripes. 2018-2019.
2. Efecto invernadero 

Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) son aquellos gases presentes en la atmósfera que contribuyen al efecto invernadero. Su origen puede ser natural o resultado de la actividad humana. El efecto invernadero es un fenómeno en el que estos gases retienen parte de la energía solar reflejada por el suelo, absorbiendo y transformándola en energía que produce un aumento de la temperatura, durante este fenómeno el calor queda atrapado cerca de la superficie de la Tierra, contribuyendo así a aumentar su temperatura promedio.       

Fotografía. National Geographic.

Desde el inicio de la revolución industrial, las actividades humanas han ocasionado que las emisiones de GEI se intensifiquen, aumenten su concentración en la atmósfera y provoquen con esto el incremento de la temperatura, ocasionando el calentamiento global. Estos cambios en el  clima se han acelerado a niveles peligrosos para los ecosistemas y la humanidad misma. Los principales gases de efecto invernadero (GEI) son el bióxido de carbono (CO2), metano, óxido nitroso y CFCs (clorofluorocarbonos) que son producidos en su mayoría por actividades como la quema de combustibles fósiles, la  ganadería extensiva e incluso la agricultura. Es fundamental la reducción de estos gases para aminorar los impactos del cambio climático así como buscar mecanismos para una transición ecológica justa e incluyente.

Crisis climática: un fenómeno global con impactos locales

Ante esta emergencia climática, se necesita reducir los daños potenciales sobre la vida y bienes causados por el cambio climático. Aunque los impactos del cambio climático son globales, los impactos son diferenciados y cada región, país y localidad enfrentan distintas consecuencias, pero ningún lugar está exento. Eso sí, el cambio climático tiene mayores efectos en las poblaciones más pobres y vulnerables. En esta guía, conoce algunas de las consecuencias de este fenómeno: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crisis climática en México

En nuestro país ya enfrentamos una crisis climática visible que impacta en la calidad de vida de la población y que amenaza con agudizarse en los próximos años. Por ejemplo, las sequías disminuyen el acceso al agua en Nuevo León, incendios forestales en Jalisco, Hidalgo y Michoacán, huracanes e inundaciones más severos en Baja California, Guerrero, Oaxaca. Las metas y políticas climáticas de México son clasificadas como “Altamente insuficientes” por Climate Action Tracker, lo cual indica que las políticas y acciones de México para 2030 conducen a un aumento de las emisiones en lugar de una disminución, y que no son en absoluto consistentes con el límite deseable de aumento de temperatura de 1.5°C 

Fotografía: Fridays for Future México

Llamados a la acción: ¿qué hay que hacer?

Por todo lo anterior es importante y urgente que las diputadas locales reconozcan la emergencia climática actual, cómo está afectando a sus comunidades en el presente y qué riesgos implica hacia futuro. Entre las acciones que se recomiendan para enfrentar esta emergencia se encuentran las siguientes: 

 

 

Gobernanza para la sustentabilidad

Nuestro país cuenta con una amplia legislación ambiental, desde instrumentos nacionales hasta locales que marcan la pauta para la implementación de políticas públicas en la materia. También existen diversas autoridades ambientales que son las encargadas de implementar, dar seguimiento o vigilar el cumplimiento de la legislación. En esta guía te mostraremos las competencias locales y federales así como las principales leyes que respaldan el trabajo en materia ambiental. Las personas candidatas, tomadoras de decisiones y funcionarias deben conocer la ley aplicable y generar condiciones para facilitar su implementación y de acuerdo a sus competencias dar cumplimiento. 

Nuestro país cuenta con una vasta legislación ambiental e instituciones enfocadas en las tareas de gestión ambiental. En los últimos treinta años y a partir del paradigma de la sustentabilidad, el Estado mexicano ha reestructurado su organigrama institucional para edificar la gobernanza ambiental (Lezama, 2010). Nos enfrentamos a grandes retos de implementación así como a un actual debilitamiento institucional y presupuestal a nivel federal que, como consecuencia debilita las capacidades para la gobernanza.

Son muchos los retos que el gobierno federal y los gobiernos locales tienen ante la actual crisis ambiental. El presupuesto del Ramo 16 (SEMARNAT) se ha reducido 56% (2015-2020). Otro tema clave es la falta de coordinación intersectorial y el debilitamiento institucional. El Estado debe garantizar el derecho al medio ambiente y a la justicia ambiental, es tarea de las personas funcionarias públicas transversalizar la perspectiva ambiental y de sustentabilidad a todos niveles de gobierno. Colocar la agenda ambiental en el centro de las políticas públicas es el mayor desafío para México.

La Constitución de nuestro país reconoce en el artículo 4 º el derecho a un medio ambiente sano, además otros artículos se vinculan con la protección ambiental como el artículo 27º en el que se establece el derecho de la nación de regular el aprovechamiento de los elementos naturales. La  Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) es la instancia del Poder Ejecutivo Federal encargada de la planeación del manejo de recursos naturales y políticas ambientales desde una lógica integral. Se articulan objetivos económicos, ecológicos y sociales y se impulsa la normatividad ambiental. 

a) Nivel federal 

 

1.Legislación Federal

En términos de legislación nuestro país cuenta con un marco de legislación nacional que impacta en el desarrollo regional. En los últimos 30 años la legislación se ha fortalecido y actualmente se cuenta con las siguientes leyes generales:

Esta legislación, sin embargo, enfrenta grandes retos de implementación; entre los temas que imposibilitan la implementación de las leyes generales destacan la corrupción, la falta de recursos económicos y la falta de capacidades técnicas para hacer efectiva la ley.  Sobre estos retos las legisladoras tienen un área de oportunidad para trabajar y generar cambios que fomenten y abonen a la protección ambiental y la sustentabilidad. 

 

2. Instituciones ambientales federales

Como ya se mencionó la SEMARNAT es la máxima autoridad ambiental en nuestro país. La dependencia cuenta con tres subsecretarías: de Planeación y Política Ambiental, de Gestión para la Protección Ambiental, y de Fomento y Normatividad Ambiental. 

Además, cuenta con el apoyo de seis órganos desconcentrados: delegaciones federales, coordinaciones regionales, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Instituto Nacional de Ecología (INECC), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP); y dos órganos descentralizados: el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

 

 

Fig 1. Instituciones ambientales en México. Fuente: Elaboración propia

b) Nivel local 

1.Legislación local

Los estados cuentan con legislación relativa a temas ambientales, hay competencias locales estratégicas para el medio ambiente como: 

Es necesario reconocer las particularidades de cada región y con base en ello legislar, sin embargo existen legislaciones estratégicas que deben replicarse a nivel local para consolidar una perspectiva de gestión ambiental y sustentabilidad, es decir legislar en pro de un equilibrio entre desarrollo económico, social y protección ambiental. Entre ellas destacan las siguientes:

En estas tareas es clave tener una perspectiva de sustentabilidad, género y transversalidad. Hay actividades que se pueden realizar como invertir en gestión integral de residuos y apostar por la economía circular. Se debe invertir en saneamiento del agua y/o impulsar tecnologías para la captación de agua de lluvia. 

Diputadas locales, regidoras, concejalas, alcaldesas y presidentas municipales pueden contribuir significativamente al cuidado ambiental fortaleciendo estos ejes con presupuesto, personal técnico, vinculación institucional, alianzas estratégicas con sectores como academia y sociedad civil. 

2. Instituciones ambientales locales 

Cada localidad tiene su propia configuración administrativa y oficinas encargadas de dar seguimiento a la agenda ambiental. Hacer revisión de las atribuciones locales y necesidades específicas es una tarea que las legisladoras, alcaldesas y concejalas pueden desarrollar en compañía de asesores y también del sector académico y la sociedad civil. 

Un primer paso es leer la Constitución de cada estado, la Ley Orgánica de la Administración Pública y Ley Ambiental, así como el reglamento de la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Movilidad del Gobierno del Estado, el Organismo Operador de Agua,  y otros organismos similares. Por ejemplo, en la Ciudad de México existe la Procuraduría Ambiental, y de Ordenamiento Territorial (PAOT), el Sistema de Aguas de la Ciudad (SACMEX) y el Instituto de Planeación y Prospectiva, que son instituciones ambientales locales fundamentales.

Un último consejo sería hablar con una persona que haya trabajado en alguna institución ambiental estatal y te pueda orientar sobre la organización, el organigrama y los procesos de gestión ambiental que existen a nivel local.

Gestión integral del Agua

Actualmente más de la mitad del territorio mexicano está en una situación de escasez grave a severa de agua. Las alertas por sequías son cada vez más comunes, tanto en ciudades como en los entornos rurales. Ya hay ejemplos de ciudades enfrentando graves problemas de falta de agua, como en la sequía del 2022 en Nuevo León. Esta guía busca explicar la crisis hídrica de nuestro país desde una visión de cuenca y los impactos diferenciados de la escasez de agua y propuestas para construir desde los congresos locales.

  1. Escasez hídrica en México

México es uno de los 25 países del mundo que enfrenta un nivel de estrés hídrico alto, 12 millones de personas carecen de acceso al agua potable, 102 de los 653 acuíferos de la nación se encuentran sobreexplotados, 46% del agua disponible se pierde por fugas en las redes de abastecimiento,  80% de los cuerpos de agua del país presenta algún tipo de contaminación por descargas industriales y  sólo 1 de cada 100 litros de agua que caen por concepto de lluvia es captado para su utilización en distintas actividades. 

Fuente: Elaborado por INEGI

La sequía es un fenómeno climático que se caracteriza por una disminución significativa de la cantidad de lluvia durante un período prolongado de tiempo, tiene distintos impactos económicos, sociales y ambientales.  Los habitantes del medio rural son los más vulnerables a las sequías, debido a que un alto porcentaje de la población rural carece de los servicios básicos de agua y saneamiento. 

Actualmente más del 50% del territorio nacional se encuentra expuesto a la sequía. Es fundamental promover la colaboración entre los diferentes actores involucrados en la administración de los recursos hídricos para prevenir y generar medidas de adaptación. Los efectos del cambio climático agravarán esta situación y sus impactos en las personas.

Fuente: Conagua, 2023.

Mujeres y hombres tenemos una relación diferenciada con el agua; le damos usos distintos, enfrentamos problemas específicos y tenemos accesos asimétricos al agua y a la toma de decisiones sobre su gestión. 

Comúnmente el trabajo de obtener agua recae en mujeres y niñas por medio de pipas o acarreo. Las labores de acarreo, llenado de tinacos, hervor, filtración y diversas gestiones con autoridades u otros proveedores de suministro; por lo regular les implica una ampliación de su jornada de trabajo, que sumado a sus actividades domésticas, puede ascender a hasta 30 horas a la semana. La falta de agua repercute directamente en temas de higiene y salud, un claro ejemplo es la salud menstrual; cuando no hay agua en escuelas niñas y jóvenes dejan de acudir a sus centros de estudio al no tener condiciones básicas. 

Reconocer y visibilizar los trabajos de cuidado asociados al cuidado del agua y el rol de las mujeres es necesario para diseñar alternativas y soluciones. 

 

Fuente: The New York Times

El Manejo Integrado de Cuencas Hidrográficas, es un modelo de gestión del territorio que reconoce al agua como parte fundamental del soporte de ecosistemas. La cuenca, y los acuíferos, constituyen la unidad de gestión del recurso. La noción de cuenca ha sido alternativa a la división política real. Una cuenca delimita la zona geográfica dentro de la cual toda la lluvia que cae fluye hacia un mismo punto. Por ejemplo, la Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico comprende una extensión territorial, en la que se localizan los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas, y provee de agua a un gran número de ciudades medias y grandes. Por eso la gestión de una cuenca requiere de la coordinación y gestión de múltiples actores.

Ilustración de una cuenca Fuente: Creative Commons

La gestión integral del agua es un reto complejo y es necesario generar estrategias que consideren una visión ecosistémica a nivel de cuenca. Aquí algunos ejemplos de cómo abordar la problemática desde los estados.

Aunque la mayoría de estas medidas deben ser impulsadas por el Gobierno del estado (la Secretaría de Medio Ambiente y el organismo operador de aguas), tu tarea como legisladora local es entender bien la dinámica hídrica (de dónde proviene el agua: ríos, lagos, humedales, acuíferos, etc.) del territorio del estado y sus principales ciudades. Y desde el Congreso convocar a que se use la mejor información disponible, con científicos y especialistas, para tomar estas decisiones. También se debe tratar de impulsar y vigilar que la protección del ecosistema, a través del ordenamiento territorial y la protección de áreas naturales urbanas y rurales, que le da origen y renovación al agua, que tengan presupuesto y no sólo se busque crear más obras grises de infraestructura para resolver problemas y gestión del agua.

 

Gestión integral de residuos y economía circular

La generación de residuos sólidos es un problema que implica a la sociedad en su conjunto, desde la producción hasta el destino final de un producto. Recientemente se ha identificado a la economía circular como una alternativa para la gestión integral de residuos y su aprovechamiento, en esta guía te contamos los paradigmas de la economía circular, la gestión de residuos así como los retos actuales para su implementación a nivel local para ti que serás candidata al congreso local.

La crisis de generación de residuos

La generación de residuos representa uno de los mayores retos globales, en todos los países el incremento de residuos ha generado grandes consecuencias; desde la isla de plástico ubicada en el Pacifico hasta problemas locales y municipales para la gestión integral. La generación mundial de residuos sólidos ha llegado a las 2.01 billones de toneladas al año y se espera que aumente a 3.40 billones para el 2050  (Kaza et al., 2018). Cada persona genera entre 0.11 a 4.54 kilogramos de basura al día; para el caso de México se estima que el promedio llega a 1.16 kilogramos por día y se generan más de 44 millones de toneladas anuales de residuos.

La composición de los residuos mundiales varía considerablemente según el nivel de ingresos, es decir todas las personas generamos residuos pero no todos por igual. Las personas con mayor poder adquisitivo suelen consumir más y por consecuencia generar más residuos. La generación de residuos es una problemática generada por el sistema de producción y nuestros hábitos de consumo. La producción desbordada de residuos tiene como consecuencia el aumento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), contaminación del agua, suelo y aire, daños a los ecosistemas, daños en la salud humana, la sobreexplotación de los recursos naturales y la imposibilidad de mantener el ritmo de consumo. 

Fig 1. Residuos en el mar. Fuente Getty Images

 

Históricamente nuestro sistema de producción ha sido lineal, el modelo tradicional fomenta un modelo extractivista en el que se considera que los recursos naturales son finitos.  El modelo lineal se refiere a la economía en la que se extraen recursos “ilimitados” para fabricar productos que se utilizan por lo general, no en todo su potencial y luego se desechan. Es un sistema derrochador y contaminante que degrada los sistemas naturales,  unidireccional de producción y consumo que usa recursos naturales para la producción masiva y esos productos son tirados después de un solo uso. 

Fig 2. Modelo de Economía lineal.  Fuente: Elaboración propia

La economía circular tiene como objetivo reducir la entrada de materiales provenientes de la naturaleza y disminuir los desechos con la reinserción de materiales reciclados a la cadena de producción. Aborda el cambio climático y otros desafíos globales como la pérdida de biodiversidad, el desperdicio y la contaminación, desvinculando la actividad económica del consumo de recursos finitos. Se basa en tres principios: 

1.- Eliminar los desechos y la contaminación. 

2.- Hacer circular productos y materiales a su valor más alto.

3.-Regenerar la naturaleza.

Fig 2. Modelo de Economía Circular. Foto: Aúna 

Las crisis climática y de pérdida de biodiversidad, el extractivismo, el modelo de consumo lineal son problemas sistémicos que requieren cambios sistémicos. Las acciones individuales son importantes: focos ahorradores, no usar plástico, usar bicicletas, separar residuos, aprovechar el agua de lluvia, entre otras; pero es aún más importante exigir a los gobiernos y empresas que cumplan con su responsabilidad de proteger el medio ambiente, responder a la crisis climática y crear estrategias y políticas públicas robustas para hacer frente a la actual crisis.  

Los congresos locales son espacios clave para impulsar estrategias que fortalezcan la economía circular  ya que la atribución de la gestión integral de residuos recae en gran medida en los gobiernos municipales. Se pueden impulsar diversas acciones, entre las que destacan las siguientes: 

  1. Presupuestales.- Pugnar porque se asigne presupuesto para la gestión integral de residuos en sus distintos niveles de competencia y para la modernización de infraestructura. Por ejemplo, la construcción de nuevas plantas de reciclaje en sitios estratégicos.
  2. Infraestructura.- Se recomienda impulsar la creación y modernización de plantas de reciclaje de diferente tipo de residuos; desde sólidos urbanos hasta residuos de construcción, especiales como electrónicos y orgánicos. 
  3. Leyes y normas.- Es necesario reforzar la legislación y las políticas que faciliten la implementación de la economía circular en los estados, es crucial se contemple que la iniciativa privada asuma su responsabilidad como generador de residuos e impulsen modelos de circularidad en sus procesos así como transitar hacía la prohibición de plásticos de un solo uso. Otro área de oportunidad se relaciona con mejorar la normatividad en cuánto a la gestión de aceites, residuos de construcción e incluso colillas de cigarro. 
  4. Derechos laborales y empleos verdes.- Un punto clave se relaciona con los recicladores de base (voluntarios y trabajadores de limpia), con reconocer el papel estratégico que tienen en la cadena de gestión de residuos; es necesario dignificar su trabajo, sus condiciones  y derechos laborales. Otro eje es el fortalecimiento de capacidades que faciliten y promuevan la innovación tecnológica, el emprendimiento y la inversión en este sector así como certificación de competencias en sinergia con otras autoridades.

Biodiversidad y protección de ecosistemas desde los congresos locales

México es uno de los países con mayor biodiversidad en todo el mundo, cuenta con complejos ecosistemas y diversidad de formas de vida, es uno de los 5 países con mayor biodiversidad a nivel mundial. Actualmente nuestro país en tendencia con los grandes retos globales se enfrenta a la pérdida y degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, en la siguiente guía podrás conocer algunos conceptos clave, retos y alternativas para la protección de nuestros ecosistemas y biodiversidad.

I. ¿Qué es la biodiversidad?  

La biodiversidad se refiere a la variedad de la vida y las interacciones entre organismos vivos a todos los niveles; a nivel genético, de poblaciones, especies y ecosistemas. México es uno de los 5 países megadiversos a nivel mundial, aquí viven 10% de las especies del mundo y se le considera un país megadiverso por su elevado número de especies y también por su riqueza de endemismos. Las especies endémicas son aquellas que sólo habitan en un lugar determinado. Nuestro país cuenta con un alto número de especies endémicas como el Axolote Mexicano, la Vaquita marina, el Teporingo, por mencionar algunos. 

En nuestro país también se encuentran regiones consideradas prioritarias para el equilibrio del mundo entero, estas regiones son denominadas hotspots y aunque sólo cubren el 17,3% de la superficie terrestre del planeta poseen altos índices de biodiversidad. La degradación de estos espacios pone en riesgo el equilibrio del planeta y el bienestar de toda la población. La pérdida de biodiversidad figura entre los nueve límites planetarios y es una de las crisis más graves a la que actualmente nos enfrentamos. 

 

Fig 1. Mariposas monarca en el bosque. Fuente. iStock

II. Ecosistemas

En nuestro territorio podemos encontrar desiertos, selvas, manglares, montañas, llanos, ríos y mares, complejos ecosistemas que conforman la gran diversidad biológica de nuestro país. Un ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente mediante complejos procesos. La biodiversidad no sólo son especies, sino ecosistemas con sus procesos y funciones. Es fundamental entender que la conservación y protección de la naturaleza debe contemplar la escala de los ecosistemas. Por ejemplo, no sólo se trata de conservar al axolote mexicano, sino de proteger y restaurar Xochimilco y los humedales que los albergan como su hábitat natural. 

En nuestro país, existen ecosistemas únicos con gran biodiversidad como el Mar de Cortés en Golfo de California, la Selva Lacandona en Chiapas, el Bosque Mesófilo de Puebla o el inigualable Xochimilco en la Ciudad de México. Estos espacios además de ser únicos brindan múltiples servicios ecosistémicos a la sociedad. 

Fig 2. Mar de Cortés en el Golfo de California. Foto. Semarnat 

III. Servicios ecosistémicos y contribuciones de la naturaleza

Los servicios ecosistémicos son los beneficios directos o indirectos que los ecosistemas brindan a la sociedad. Se han catalogado como servicios de provisión, regulación, soporte y culturales.  

Los servicios de provisión son aquellos que brindan contribuciones directas a la sociedad como agua, alimentos, madera, leña, medicina, etc. Por ejemplo, una milpa brinda servicios de este tipo por medio de alimentos. 

Fig 3. Maíz en milpa Foto. Alejandra Atzín 

Los servicios de regulación controlan procesos como el control de inundaciones y enfermedades.  Por ejemplo, un manglar protege a las comunidades costeras de los estragos de huracanes. Los servicios de soporte hacen referencia a procesos ecosistémicos básicos que aseguran el funcionamiento adecuado y necesarios para la provisión de todos los demás servicios. Por ejemplo la polinización, sin ella no existen condiciones para que los ecosistemas nos brinden alimentos. Por último los servicios culturales son aquellos beneficios tangibles o intangibles que la naturaleza brinda, desde admirar un hermoso paisaje hasta la cosmovisión y cultura que surge en torno a la naturaleza. Por ejemplo, las manifestaciones culturales en torno a Wirikuta o el turismo en torno a la naturaleza.  Dependemos directa e indirectamente de la biodiversidad, sin ella no tenemos condiciones para garantizar nuestra vida tal como la conocemos.

Fig 2. Servicios ecosistémicos Fuente: WWF, 2018.

IV. Amenazas y crisis de pérdida de biodiversidad 

Actualmente atravesamos una crisis tanto climática como de pérdida de biodiversidad a nivel mundial. Son dos emergencias interrelacionadas y provocadas por la actividad de la humanidad. Los principales factores directos de la degradación de los sistemas terrestres, marinos y de agua dulce son los cambios de uso del suelo, la sobreexplotación de plantas y animales, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras

La degradación de los ecosistemas y sus servicios, están producidos por la demanda creciente de energía, alimentos y otros materiales a causa del rápido crecimiento económico, el incremento de la población, el comercio internacional y la elección de tecnología, especialmente en los últimos cincuenta años (WWF, 2020). 

VI. ¿Cómo se protege la biodiversidad? 

Las candidatas a cargos de elección popular y de toma de decisiones  deben asumir un compromiso explícito con la protección de la biodiversidad y los servicios que brinda. Algunas acciones para proteger la biodiversidad  son:

 

Ciudades sustentables, Ordenamiento Territorial y Movilidad

Se estima que para 2050 el 66% de la población mundial habite en ciudades, afectando la calidad de vida de sus habitantes y ejerciendo mayor presión en los ecosistemas que las rodean. Esta guía pretende visibilizar los mayores retos asociados al crecimiento de las ciudades así como las alternativas de planeación relacionadas con mejorar la movilidad, el ordenamiento territorial y la calidad del aire, entre otros.

Ciudades Sustentables

Actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades y en México 79%. Al igual que en el resto del mundo, se proyecta que esta población seguirá creciendo. Es por esto que se requiere la construcción de estrategias encaminadas a la sostenibilidad urbana, contemplar el bienestar social, el cuidado ambiental y el desarrollo económico.

El ordenamiento es una herramienta de la planificación territorial, que tiene el mismo estatus de una ley y comprende varios años hacia el futuro (hasta que se derogue o se sustituya por otra). Puede entenderse así como una política de Estado y un instrumento de planificación del desarrollo.  Funge como eje rector de actividades estratégicas asociadas al territorio, así como de la regionalización. Como candidata al congreso local es fundamental que conozcas esta herramienta ya que la legislación estatal establece la normativa para el proceso de ordenamiento territorial al igual que su marco institucional; y define las características de los Planes de Ordenamiento Territorial a nivel nacional, estatal y municipal, los procedimientos para su aprobación y las competencias de las instancias relacionadas con el tema.  

La zonificación permite orientar el ordenamiento, mejorar su administración y establecer reglamentos de usos permitidos y no permitidos. Los tipos de zonificación predominantes en las ciudades son los siguientes:  

Zonificación primarias: 

  1. Protección de ecosistemas  y suelo de conservación, que no se puede construir ni explotar bajo ningún uso.
  2. Protección y manejo de zonas de riesgo, por ejemplo, límites de barrancas o cauces de ríos y lagunas, que pueden inundarse; fallas o fracturas que pongan lugares en riesgo de sismo; zonas de antiguas minas. Para ello, es frecuente tener un Atlas de riesgo, que el ordenamiento territorial debe seguir.
  3. Zonas urbanas y límites de la ciudad, hasta donde debe llegar la construcción y la mancha urbana. 
  4. Zonas agrícolas, donde se permite como única actividad la agricultura y ganadería, pero no la construcción.
  5. Zonas costeras, también puede haber una división respectiva de protección y construcción.

Zonificación secundaria, es decir, en las zonas urbanas y dentro de los límites de la ciudad, se puede dividir en los siguientes cuatro usos de suelo. 

También es frecuente que existan zonas de riesgos o reservas naturales dentro de las ciudades, por ello es que se llama “ordenamiento territorial” y no sólo desarrollo urbano.

Recomendaciones para legislar en materia de ordenamiento territorial.    

Es importante que los planes de ordenamiento territorial apunten al equilibrio entre garantizar derechos sociales y cuidar la calidad de vida de las y los habitantes, sin superar la capacidad de carga de los ecosistemas. Por ejemplo, contener la expansión de manchas urbanas respetando los ecosistemas de los que dependen las ciudades para contar con agua, calidad del aire y seguridad alimentaria.

Hay una relación entre el ordenamiento territorial, la movilidad, las emisiones de gases de efecto invernadero y la calidad del aire en las ciudades. El último Inventario Nacional de Emisiones (herramienta mediante la cual se reportan las emisiones contaminantes generadas por las actividades humanas) estableció que el transporte aporta el 24.5% de las emisiones del país. Justamente, si hay un buen ordenamiento y se logra una ciudad más compacta y densamente poblada, las personas tienen que moverse menos y usar movilidad no motorizada y no contaminante (bicicleta, caminar) para llegar a sus lugares de estudio, trabajo o recreación, etc. Con estos modos de transporte también se evitan los accidentes y las muertes viales, es decir, la seguridad vial.

Se considera transporte sostenible a aquellos servicios e infraestructura apta para la movilidad de personas y bienes de manera segura, económica, accesible, eficiente y resistente, al tiempo que reduce la contaminación. Moverse en automóvil particular es más contaminante, en conjunto, que moverse en transporte público. De ahí, que se ha construido la pirámide de movilidad, en términos de a qué movilidad debería de darse más prioridad.

 

Fig 1. Pirámide de movilidad
Fuente. TransporteMx

Recomendaciones para legislar en materia de movilidad sostenible y espacios públicos

  1. Es necesario legislar para impulsar leyes de movilidad sostenible y seguridad vial, en congruencia con la Ley General de Movilidad que incluye principios como la pirámide de movilidad.
  2. Se necesita asignar presupuesto suficiente para un transporte público integrado, inter-modal (caminar o andar en bici una parte del trayecto, luego cambiar a autobús o metro) y de calidad, así como fortalecer infraestructura para diferentes medios como caminar (o usar carreolas y sillas de ruedas) sin obstáculos, bicicletas, autobuses electrificados por mencionar, algunos ejemplos.
  3. Para lograr mayor igualdad y cohesión social, es fundamental legislar a favor del espacio público de calidad, donde se pueda interactuar y lograr una vida armoniosa entre los distintos usuarios del espacio público: familias,  comerciantes, jóvenes con su libertad de expresión, adultos mayores, corredores y personas que se ejercitan, paseantes de mascotas, etc..
  4. Los espacios públicos son de mayor calidad cuando incorporan y permiten la interacción con la naturaleza y de ahí que se llamen espacios verdes: jardines, árboles, plantas, cuerpos de agua, con paisajes y vegetación nativa, etc.

En México mueren más de 32 mil personas cada año por causas asociadas con la mala calidad del aire. Este problema afecta mucho más a personas en situación de vulnerabilidad como adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con enfermedades respiratorias, así como niños y niñas. 

En nuestro país las ciudades medias y grandes metrópolis son las que sufren peor calidad de aire

Fig 2. Mapa de calidad de aire México.Fuente: IQAir

Recomendaciones de acciones para mejorar la calidad del aire:

Garantizar calidad de aire es una tarea ardua que requiere el fortalecimiento y capacidades institucionales. Desde la legislación local se puede impulsar los estándares aceptables de calidad del aire y el monitoreo atmosférico así como la inversión en los sistemas de monitoreo y su modernización; ya que hay ciudades que no cuentan con esta tecnología. Otro tema clave es impulsar la verificación vehicular y de la industria por ley, así como robustecer los Programas de Contingencias Ambientales Atmosféricas. 

Cuando se trata de ciudades que abarcan distintos municipios o estados, se recomienda  trabajar en coordinación metropolitana para atender este reto así como invertir y vigilar el cumplimiento de la normatividad sobre todo de grandes emisores de contaminantes, como la industria petrolera y cementeras.  

Una ciudad sustentable es aquella que ofrece calidad de vida a sus habitantes sin poner en riesgo los ecosistemas de los que depende, ya que vela también por el bienestar de la humanidad futura y procura la justicia social. Para ello, se deben impulsar servicios públicos de calidad, accesibles y asequibles como se ha descrito antes en los temas de ordenamiento territorial, espacios públicos y verdes, movilidad sostenible e incluyente, y calidad del aire.